viernes, 15 de marzo de 2013

El pasaporte preparado y el corazón abierto

Y llegó el día. Parecía lejano en el tiempo, pero ese domingo ha llegado. Maletas, neceser, camisetas, abrigo, ese jersey "por si refresca", los últimos consejos de una madre preocupada, las visitas de despedida antes de partir... Ésta será la estampa de todos los que integramos el grupo estos últimos días. Y no es para menos.
Por unos días seremos los "enviados" de Dios, sus manos y sus pies al servicio de los más pobres. Seremos la imagen de la Iglesia en un país musulmán, por ello deberemos dar ejemplo, saber estar y sobre todo mostrar toda nuestra misericordia hacia los demás. Tener "entrañas de Madre" como buen claretiano.
Y ante todo, que sepamos disfrutar y aprovechar la Experiencia que se nos brinda. Miremos el lado bueno, la esperanza y el ánimo de todos aquellos que viven y trabajan por el bien de los demás. Hagamos caso a nuestro nuevo Papa Francisco: "No nos dejemos llevar nunca por el pesimismo ni por la amargura que el diablo nos ofrece a diario, ni por el desaliento"



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