Parece que fue ayer cuando volvíamos de Tánger, y ya han pasado tres meses. Tres meses en los que aparentemente hemos vuelto a nuestra rutina. Aparentemente porque nosotros lo sentimos así, pero la realidad es que algo hemos cambiado. Nos lo notan nuestros familiares, nuestros amigos y todos aquellos a los que relatamos la gran experiencia vivida durante una semana en Tánger. Ellos descubren un brillo especial en nuestros ojos cuando les contamos que disfrutamos jugando con los niños apadrinados, que fuimos felices dando de comer a los chavales de Cruz Blanca o que el jovial testimonio de las Carmelitas nos cambió el concepto que tenemos de la Iglesia.
Toca el momento de la reflexión, de poner todo en orden y ver en qué hemos cambiado tras nuestro paso por la Semana Solidaria en Tánger. Es el momento de comprometerse para el futuro, marcar propósitos y metas que cumplir de aquí en adelante. Ser realistas y luchar por ellos.
El pasado viernes nos reunimos de nuevo para recordar nuestro paso por Tánger y Onuva. En un ambiente distendido y celebrando a su vez el fin de curso, pudimos disfrutar de un día de campo y piscina. Marcamos nuestros compromisos y los pusimos en presencia del Señor en la Eucaristía.
Contamos con la presencia de Eloy, que disfrutaba de unos días de vacaciones antes de volver a Tánger para terminar de preparar el campamento de verano de los chavales del Hogar.
Para despedirnos, os dejamos con la intervención de Rubén, uno de los responsables de estos dos últimos años; en el programa de Radio Guadalquivir de San Juan de Aznalfarache: "Generación Despierta". A partir del minuto 14:15 se dedican unos minutillos al proyecto del Hogar Lerchundi. Desde aquí agradecer a Pepe Oropesa por brindarnos este pequeño espacio en las ondas.
Y recordad: "Allá donde vayas, siempre hay un Tánger que necesita de tí"
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